Muchos niños han jugado a la rayuela y si no lo han hecho ahora sería un buen momento para enseñarles este divertido juego. Hay muchas versiones de la rayuela, tal y como se puede ver en la imagen siguiente:
Si
disponéis de un patio podéis dibujarla con una tiza y si no, podéis jugar en
casa fabricándola con piezas de puzzle de suelo. También necesitaremos una
piedra pequeña plana o similar, podría ser un botón.
Depende
de la edad de los niños se pueden añadir o quitar casillas.
Una vez
tenemos decidido el diseño de la rayuela se harán los turnos y nos colocaremos
en fila india, el primero se pondrá en la casilla llamada Tierra que está delante de la casilla número uno. El primer
jugador tirará la piedra dentro del recuadro del número uno, este ahora se llamará “casa”
y no se podrá pisar. Irá a la pata coja saltando dentro de las casillas menos
en las casillas dobles que podrá apoyar cada pie en una de ellas y en la
casilla Cielo se podrá descansar apoyando los dos pies también. A la vuelta cogerá
la piedra apoyándose solo de un pie, menos si la piedra estuviera delante de un
recuadro doble que podrá tener los dos pies apoyados. Se realizará en todos los
turnos todo el trayecto de la Tierra al Cielo y del Cielo a la Tierra y el jugador volverá
a situarse en la casilla Tierra y procederá a lanzar la piedra en
el siguiente número. El jugador perderá el turno si la piedra no cae dentro de
la casilla correspondiente, toca raya con los pies o con la piedra o si ha perdido
el equilibrio en el trayecto. La última casilla donde habrá que tirar la piedra
será la de Cielo, donde el jugador hará el mismo recorrido explicado salvo que
ahora no podrá descansar en la casilla cielo ya que se considera casa. En
cuanto haya cogido la piedra volverá a la casilla Tierra y habrá ganado el juego.
Como se puede
ver es un juego sencillo que requiere de puntería, sobre todo en las casillas
finales, y equilibrio a la hora de ir saltando a la pata coja. En definitiva es
una buena forma de moverse, hacer un poco de ejercicio desarrollando la
coordinación viso-motora y de retar a los amigos a ver quien tiene mejor
puntería.
Una curiosidad es que en
la rayuela se quiere reflejar la vida misma: nacer, crecer, desarrollarse y
finalmente morir, lo que se considera el Cielo. Por eso, en algunas variantes
del juego se pinta en vez del “1” Tierra y en el último cuadrado Cielo.
Además se cree que este
juego se desarrolló en la Europa renacentista y
que la temática está basada en el libro La Divina Comedia de Dante Alighieri, obra en la cual el personaje, cuando sale del Purgatorio y
quiere alcanzar el Paraíso, tiene que atravesar una serie de nueve mundos hasta
lograrlo. El jugador actúa a modo de ficha. Debe saltar de casilla en casilla,
a la pata coja, empujando la piedra que se suponía representaba su alma. Partía
de la Tierra para conseguir el Cielo (Urano),
vigilando no caerse en el pozo o en el Infierno (Plutón) durante su recorrido. En ningún caso la
piedra debía pararse sobre una línea, ya que, de la Tierra al Cielo, no hay
fronteras ni zonas de demarcación, ni separaciones, ni descanso.
Por último comentar que la rayuela también es conocida con otros muchos nombres como por ejemplo: sambori, descanse, mariola, descanso, maricola, pita, palet, pati, muñeca, etc. Varia su nombre según la zona geográfica.
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